El interés compuesto, o en el caso de Fintual los retornos compuestos, consiste en que las ganancias se vuelven a invertir de forma que se capitalice y siga invertido y generando más intereses o “creciendo” en el tiempo.
Todos los fondos de Fintual funcionan con esa lógica gracias a la variación del valor cuota.
Cuando inviertes en Fintual, lo que haces es comprar cuotas o pequeñas “acciones” de ese fondo, una unidad que te indica que tienes un pedacito de ese fondo que Fintual está administrando.
Todos los días, según como vayan las inversiones que tenemos, el valor de esa cuota cambia. Y cuando cambia el valor cuota, cambia la plata que significa ese pedacito de fondo que compraste. Eso es la rentabilidad finalmente, la variación del valor cuota. La comisión se cobra diariamente dentro del cálculo de ese valor cuota.
Entonces, más que reinvertir tus ganancias, las cuotas que compraste suben de precio y la ganancia se da porque las vendes más caras cuando sacas tu plata.
En resumidas cuentas, lo que ves como “ganancia” no está en una cuenta aparte, sino que también está invertida igual que el resto de tu plata