El S&P 500 es un índice, es decir, una referencia que muestra el comportamiento de las 500 empresas más grandes de Estados Unidos. No se puede comprar directamente, solo sirve como indicador.
El ETF SPY, en cambio, es un fondo que replica el desempeño del S&P 500.
Cuando compras SPY, estás invirtiendo en un portafolio que busca seguir lo más fielmente posible el rendimiento del índice, permitiéndote acceder a esa diversificación y crecimiento de manera práctica.
